Este trabajo o plancha, como muchos de nosotros llamamos a los mensajes que compartimos dentro de nuestras tenidas o sesiones, va encaminado a despertar, en la conciencia de aquellos hermanos masones, cubanos, o de otros países que han venido a compartir sus días en la ciudad de Miami, o han establecido acá sus vínculos laborales, la promesa una vez gestada de asistir periódicamente a Logia.
Se hace masonería cubana, de la buena, en Miami. Los masones cubanos del exilio, del exilio antiguo, y otros que ya ni tan siquiera nos hacemos llamar así, nos reunimos todos los días de la semana, en uno de nuestros templos situados en 1883 SW 1st St, Miami, FL 33135.
Aquí en esta dirección, radica la Gran Logia Unida de Las Antillas; que agrupa bajo sus bóvedas a ocho logias reconocidas entre ellas, en su mayoría conformadas por cubanos, pero también se hacen presente hermanos venezolanos, peruanos y haitianos. Una masonería unida, fraternal, una masonería que cada noche hace galas de las mejores maneras para llevar a cabo nuestra principal función, pulir la piedra.
La masonería entre cubanos en la ciudad de Miami es hoy más necesaria que nunca, no solo por el objetivo educativo de la masonería, sino por el objeto aglutinador, de familia, de amistad, de acompañamiento tan necesario en un país que hacemos nuestro, pero no lo es.
Nosotros los masones cubanos de Miami, seguimos haciendo masonería a la cubana, dentro y fuera de nuestros templos.
En las tenidas de las logias cubanas acá en el exilio, se rescata esta constante labor en bien de la fraternidad, se vela cada momento por el bienestar de los hermanos enfermos, o en desgracia; se llaman, se buscan soluciones a la vida profana, se estudia, se valora el amigo, al hermano, al compañero, se hace familia dentro de la fraternidad.
Se hace familia dentro de la fraternidad.
No solos tenemos sesiones fraternales en Logia, nos acompañamos mucho fuera de las logias, en las fiestas, en los trabajos, en la playa, con nuestras familias, aquí verdaderamente llegamos a ser los masones la familia real, por muchos motivos conocidos. Los masones de la Logia son justo esa familia que muchas veces dejamos detrás.
En nuestros hermanos, encontramos no solo al hermano fraternal, encontramos al amigo, al vecino, al maestro, al socio de la esquina, a ese padre que quedó en la Isla.
Invito, invitamos a todos los hermanos masones cubanos que hoy duermen en la ciudad de Miami, a acercarse a una de nuestras logias, sesionamos cada noche, regresen a las columnas que una vez descubrieron, vuelvan a la tan necesaria luz, los beneficios todos los conocen, y créanme cuando les digo que una vez dentro, el calor y el cariño fraternal de cada uno de sus hermanos, les hará la vida profana mucho más fácil.
Se hace masonería de la buena en Miami, masonería cubana como la que nos enseñaron en la Isla. La cadena nunca se rompe, y acá sin dudas los eslabones son más fuertes, y más necesarios.
Maestro Masón, Javier Martínez, Respetable y Benemérita Logia Guáimaro.
Secretario de la Logia Guáimaro
Luis Hernández +1 305-763-6016
1883 SW 1 Street, Miami, FL, 33135
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